La prohibición constitucional anula las medidas más discriminatorias de la ley de inmigración | Internacional
El Tribunal Constitucional francés ha anulado las medidas más discriminatorias de la controversia sobre la ley de inmigración adoptadas en diciembre. Entre otros artículos, los lamados sabios Declararon que las restricciones al acceso de los extranjeros a las prestaciones sociales son contrarias a la ley fundamental, restricciones que podrían entenderse como una forma de «preferencia nacional», lema histórico de la extrema derecha.
El Consejo Constitucional ―equivalente al Tribunal Constitucional español presidido por el ex primer ministro socialista Laurent Fabius― ha censurado, total o parcialmente, 35 artículos de 1986 que contienen la ley. El propio presidente de Francia, Emmanuel Macron, dio impulso a la norma y dio su adopción sabios que lo evalué y declaré que creía que varios artículos eran inconstitucionales.
De los 35 artículos censurados, tres lo hicieron por cuestiones de fondo. y 32, por razones de procedimiento o de jurisprudencia, hasta que los nuevos miembros del Constitucional se pronuncien contraviniendo o no los principios fundamentales de la ley. Declararon inválidos los artículos citados para menoscabar el artículo 45 de la Constitución, que obliga a las enmiendas a un texto legislativo a mantener un vínculo, directo o indirecto, con el proyecto original.
Concluyeron las lecturas, sobre estos 32 artículos anulados, que estaban relacionados con la ley. Imagínense, entre ellos, algunos de los que más alarma habían causado en un sector de la sociedad, y que tuvieron que reunir a decenas de miles de personas para manifestarse al final de la semana en defensa de los derechos de los inmigrantes.
Esto es, por ejemplo, lo que una novia exige a los estudiantes extranjeros en algunas universidades francesas. O el que fijaba una multa por el delito de residencia ilegal a mayores de edad indocumentados. O las que limitan la reagrupación familiar, que permiten que un extranjero con residencia en Francia sea uno de sus anexos. También el más discutido de todos: la necesidad de que quienes no tengan hijos que sean ciudadanos de la Unión Europea tengan una residencia legal mínima de cinco años en Francia -o dos años y medio con trabajo- para beneficiarse, como los franceses. , desde algunas ventajas del estado del bienestar, como las ayudas familiaris o a la vivienda.
La distinción entre nacionales y extranjeros en el acceso a una sólida protección social francesa es una de las causas de batalla de la extrema derecha. Con esta ley generarán más progreso. El Constitucional, aunque no entra en el fondo de si estas medidas vulneran o no derechos fundamentales, frena la intención. Pero no lo liquido.
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El primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, señaló en un comunicado que la decisión constitucional «es muy imperfecta». “Censurar los artículos por su inconcordancia con el texto de la ley”, argumenta, “no se pronuncia sobre su conformidad con la Constitución y, así, se abre el campo para que las fuerzas de derecha y extrema derecha reclamen una nueva texto «.
La ley fue resultado de un acuerdo entre los partidarios de Macron y la derecha de los republicanos (LR), el partido hermano del PP en Francia. En la Asamblea Nacional, continúa, también, el voto a favor del Reagrupamiento Nacional (RN), el partido de extrema derecha de Marine Le Pen, que celebró una “victoria ideológica” para ella.
En las negociaciones parlamentarias, LR impuso a los macronistas artículos que se resistían al texto inicial y que son precisamente muchos de los que la Constitución censuraba. La aprobación de la ley con el aplauso de Le Pen provocó una crisis en las filas presidenciales.
Décadas de parlamentarios votaron en contra de su consentimiento y el ministro de Salud, Aurélien Rousseau, dimitió. En un principio, Macron cambió al primer ministro, la tecnócrata Elisabeth Borne, por el joven y talentoso Gabriel Attal, y compartió con varios ministros del ala política del Gobierno.
La decisión constitucional elimina las adiciones de LR a la ley y la transforma en un formato más similar al original, tal como lo había concebido Macron. Es posible que haya que calmar el mal entre los macronistas socialdemócratas, descontentos con lo que consideran un giro derechista en un movimiento que se mueve transversalmente, ni de izquierdas ni de derechas.
El Ministro del Interior y fallecido miembro de la derecha gubernamental, Gérald Darmanin, reiteró el Era una forma de decidir que la ley final, considerando todos los aspectos, será conservadora.
La decisión es un revés para LR y para la extrema derecha. Ahora podría volver a proponer otra ley con los amigos eliminados. O iniciar una reforma constitucional. Además, se discute el documento constitucional que tendrá la última palabra sobre las dos principales reformas del segundo mandato de Macron: la de las pensiones, que aprobó, y ahora la de la inmigración, que en gran medida se ha recuperado.
Jordan Bardella, mano derecha de Le Pen y presidente de la RN, calificó la decisión constitucional como «un golpe de fuerza de los juegos» y afirmó: «La única solución es el referéndum sobre la inmigración». Si tiene abierta la batalla para las elecciones europeas de junio, donde Bardella será el líder de la lista y partirá como favorito. La inmigración tiene todo el potencial para ocupar un lugar central.
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